Se trata de una de las vueltas más aplaudidas de la temporada, ya que a su regreso agotó continuamente existencias. Ser madre de dos adolescentes, y ocuparse sola de ellos cuando están en casa, te enseña muchas cosas, te hace aborrecer otras y te mantiene gran parte del día al borde de un ataque de histeria, o de risa, según se pongan de folclóricas las hormonas.