camisetas futbol decimas

Un servidor, por no ser descortés, la ayudó a andar cogiéndola por debajo de las axilas con tan mala fortuna que la chiquilla tropezó y no tuvo otra cosa de la que asirse que de aquello que más a mano tenía, causándome un gran dolor seguido de un sonido seco. Por lo visto, la chiquilla me había roto algunos cuerpos venosos.